ARTIST STATEMENT
Human relationship to physicality is at the core of my work. So are the impermanence, transmutations and transcendences of the physical. I apply these concepts to objects, to places and to my own body. The principle of adaptation is also present in my work, both, as it applies to natural survival as well as human migrations.
As humans continue to colonize the earth, more and more species will go extinct and may never be recovered in their original form. Our projects seek to encapsulate unique, human exchanges with nature, such as feeding a wild bird in our hands or holding a fluttering butterfly or experiencing the opening of a flower in just a few seconds.
Moving images are often equated with human memories. However, it is perplexing that even though moving images are created by a series of optical illusions, they are widely accepted as “truthful” in our cultures. Furthermore, moving images have become integral to how humans understand, validate, and even create new realities. These values represent a double-edged sword because new technologies are becoming so sophisticated that humans are beginning to confuse what is actual or “real” with various types of artificial constructs.
I am interested in the relationship between natural and artificial constructions because it triggers larger questions about our humanity, and because a dialogue between these two elements often spins other dialogues regarding identity, history, transculturalism, power and acceptance.
La relación humana con nuestro aspecto físico está en el centro de mi trabajo. La impermanencia, las transmutaciones y las trascendencias de lo físico también. Aplico estos conceptos a objetos, a lugares espedíficos ya mi propio cuerpo. El concepto de adaptación también está presente en mi trabajo, tanto en su aplicación a la supervivencia natural como a las migraciones humanas.
A medida que los humanos continúen colonizando la tierra, más y más especies se extinguirán y es posible que nunca se recuperen en su forma original. Nuestros proyectos buscan encapsular intercambios humanos únicos con la naturaleza, como alimentar a un pájaro salvaje en nuestras manos o sostener una mariposa revoloteando o poder ver la apertura de una flor en solo unos segundos.
Las imágenes en movimiento a menudo se comparan con los recuerdos humanos y con la memoria. Sin embargo, es desconcertante que a pesar de que las imágenes en movimiento son creadas por una serie de ilusiones ópticas, son ampliamente aceptadas como “verídicas” en nuestras culturas. Es más, las imágenes en movimiento se han vuelto parte integral de cómo los humanos comprenden, validan e incluso crean nuevas realidades. Estos valores representan un arma de doble filo porque las nuevas tecnologías se están volviendo tan sofisticadas que los humanos están comenzando a confundir lo que es “real” con muchos tipos de construcciones artificiales.
Me interesa la relación entre construcciones naturales y artificiales porque desencadena preguntas más amplias sobre nuestra humanidad, y porque un diálogo entre estos dos elementos muchas veces teje otros diálogos sobre identidad, la historia, la "transculturalidad," el poder y nuestra habilidad de aceptar.